Por: Jéssica Osorio
El consultor argentino Mauricio Jaitt, presidente de The Washington Academy of Political Arts & Sciences (The WAPAS), nos explica por qué la campaña de Donald Trump, el candidato del Partido Republicano es una estrategia que debía aplicarse y qué aspectos debieron ser tomados en cuenta para brindar la importancia que los cargos en contienda se merecen.
Poniendo a un lado la filosofía ¿Qué le parece la campaña de Trump en cuestión de estrategia?
La estrategia ha sido brillante, pero esto hay que explicarlo.
Ubiquémonos en el inicio de la campaña: ¿Qué tenemos enfrente? ¿A quién vamos a enfrentar? Tenemos ocho años de la gestión Clinton, otros ocho de la gestión Obama, más una candidata que nació y creció en el corazón mismo de la dos gestiones demócratas. Una candidata con un perfil nítidamente demócrata.
¿Qué hago? ¿Juego a ser mejor que ella con propuestas demócratas mejoradas? ¿Trato de ser un rival amable, con apego a las normas del fair play y defensor de los valores de la buena convivencia? Es decir… ¿doy la pelea en su propio campo?
No. Rotundamente No. Con esa estrategia la derrota está escrita antes de empezar. La única alternativa posible es diferenciarme de manera rotunda, plantear propuestas duras que me ubiquen en las antípodas de mi rival. Con ideas que duelan pero que despierten la conciencia de los americanos ansiosos de algo distinto. Adopto esa estrategia y me la juego entera.
La campaña republicana fue producto de una decisión estratégica que encontró un actor ideal que exageró su papel —que muchas veces se fue de mambo — pero que no le ha ido mal a la luz de la adhesiones que logra.
El respaldo que viene consiguiendo Trump, —insuficiente para ganar —, es un dato duro que, a posteriori de las elecciones, merecerá un análisis profundo.
¿Cuales son los principales aportes a la comunicación política con los mensajes de propaganda que emite el candidato del Partido Republicano ?
No veo muchos aportes. Sus mensajes transitan de manera explícita en dos sentidos: uno, desprestigiar todo lo posible a su rival (hay piezas muy logradas) y dos, instalar el miedo en la sociedad como un mecanismo de defensa frente a la conmoción que produce cualquier hecho negativo.
Ambos argumentos confluyen en un solo sentido: Hillary no es garante de nada y yo, soy el salvador.
Irse por el lado de la agresividad ¿fue una estrategia certera?
La agresividad siempre tiene un margen de riesgo muy grande. Si fue certera o no, lo dirán los resultados.
¿Qué aspectos de esta campaña destaca y qué cambiaría?
No es novedad pero me llamó mucho la atención el nivel de las producciones audiovisuales: calidad interpretativa, excelente captura de tomas, ediciones perfectas.
No es un cambio sino un aporte: trataría de incorporar a los candidatos a Vicepresidente en un papel más protagónico y de total apego al Presidente. Un debate no alcanza para calificar el cargo y la realidad ha demostrado en más de una oportunidad que ellos han protagonizado la historia.
¿Será una lección para campañas venideras ?
No hay dos campañas iguales porque no hay dos escenarios políticos iguales y porque no hay dos candidatos iguales. Un candidato que repite puede ser el mismo nombre pero no será el mismo hombre. Sostener lo contrario es negar la evolución y la influencia del tiempo en los seres y las cosas.
Las próximas campañas sufrirán los cambios de una sociedad en permanente evolución. Las campañas actuales nos dejan enseñanzas y serán referencia pero creo que incidirán muy poco en las futuras.
La frase “bad news always good news” pareciera aplicarse a esta campaña por las declaraciones explosivas del candidato. ¿Está de acuerdo con este enunciado?
Para este candidato la frase de referencia es ideal. Cualquier mala noticia, desde un problema de salud de su rival hasta un atentado en cualquier lugar del mundo, se puede transformar en una buena noticia para Trump.
En esta estrategia de descalificar a Hillary como instalar el miedo, las malas noticias le resultan muy útiles.
Sera la campaña de Trump “trendsetter” (pionero de la moda )? ¿Veremos campañas similares en futuras elecciones en otros países?
Descreo totalmente que la campaña de TRUMP se pueda convertir en “trendsetter” y es muy improbable que la adopten en otros países.
Esta campaña es producto de una circunstancia especial donde los republicanos no tuvieron otra alternativa. El resultado final los pondrá de cara a una realidad tan dura como la campaña misma. Esto en términos locales, pero fuera de EE.UU. las distintas realidades definirán conductas y estrategias.
¿Cuál es su predicción al ganador ?
Ganará Hillary. Se impondrá la sensatez y el sentido común. Las naciones no se suicidan. El miedo que trató de aplicar Trump se convertirá en un boomerang que jugará en su contra porque finalmente, la sociedad le tendrá miedo a él.
No obstante, por esas rarezas de los sistemas electorales, es posible que asistamos a un resultado donde Trump tenga más votos individuales y Hillary más electores.
Lo que realmente importa es que estamos frente a otra gran fiesta de la Democracia, y esto hay que vivirlo y disfrutarlo.
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¡Queda poco tiempo!
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Nov. 4-8, Washington DC.
